miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 13: Penitencia.

Alguna lágrima y una voz más elevada que otra, así acabó mi dia al llegar a casa. Pensé que sería peor, pero finalmente lo único que recibí fue una bronca de mi padre y un castigo, me lo merecía.

-¡Apaga eso! -gritaba mi hermana tapándose la cara mientras se abrazaba a la almohada del sofá.

Mi castigo era pasarme sin salir toda una semana, asi que el aburrimiento contruibuyó a que la película más sanguinaria de todos los canales estuviera puesta en mi tele.

-Exagerada -comentaba yo mientras comía tranquilamente palomitas de microondas.

Sangre por toda la escena... No era de mis pelis favoritas pero no había nada mejor que hacer.

Mi madre alcanzó el mando cuando la película estaba en la parte más emocionante. Yo estaba inclinada hacia la pantalla y mi hermana echa un ovillo en el sofá cuando...

-Se acabó la caja tonta, lleváis todo el día enganchadas a la tele.

-¡Mamá! -exclamé tratando de atrapar el mando, le tenía en la mano.- Era la parte más emocionante, has estropeado toda la peli, ahora tendré que verla de nuevo- murmuré esa última parte frustrada-.

Escuché a mi hermana soltar un suspiro de alivio y rodé los ojos, tampoco era para tanto.

~*~

"...y me enfadé con el mundo
malditos complejos que siempre sacan lo peor..."

16 añitos de Dani Martín, envuelve la habitación mientras, bloc de dibujo en mano, me centro en recordar su expresión dormida: ojos un poco almendrados, cerrados con suavidad; largas pestañas, pero no demasiado; una mezcla de pelo castaño con un azul metalizado extendido por la hierba...

Listo, en una hora el retrato está terminado. Cierro mi bloc y apago el móvil que es de donde procede la música, después, lo guardo en mi bolsillo y cojo las llaves de casa, saldría a correr un poco hasta la noche.

~*~

-Un elefante se balanceaba...-musito mirando al techo de mi habitación MUY aburrida. El móvil estaba descansando en mi tripa, no para de sonar con nuevos mensajes.

-¿Se podrán callar algún día? -me digo a mi misma irritada y pongo el móvil en silencio, mucho mejor, necesitaba silencio si quería pensar... Sí, ahí estaba mi mente en constante movimiento, ya podía escucharme a mi misma, bien.
Respiro profundamente y cierro los ojos.

<<Maldita sea... ¿cómo hace para hacerme sentir así?...>>-pienso para mí misma.
 
Mi pulso se aceleraba con solo pensar en él, su voz, su... Oh dios, me moría por dentro sin verle y ahora con el castigo... Lo vería incluso menos. Mierda. Eso me pasa por idiota y despistada aunque...

¿Las mejores personas están locas, no? 

Enciendo twitter en mi movil y le escribo un MD:

"¿Te apetece dar una vuelta esta noche? Aún te debo una visita por Madrid :) "

~*~

Con esta ya es la cuarta vuelta a la manzana, tengo el pulso acelerado y perlinas gotas de sudor recubren mi frente. Me detengo en una esquina apoyándome sobre mis rodillas y jadeando por la carrera, el móvil vibra en el bolsillo trasero, lo saco y leo el mensaje a la vez que una sonrisa inunda mi rostro. 

<<¡SÍ! ¡Al fin podré hablar con ella!>> -pensaba mientras mi corazón parecía saltar en una cama elástica por la emoción.

~*~

Al rato observo el móvil. Ya hay respuesta, ¡que rapidez!

"Claro, ¿te parece que quedemos donde la última vez? ;) "

Me da un vuelco en el pecho y sonrío sin darme cuenta.

"Bien, en el portal en una hora".

Apago el móvil y miro al techo la mar de feliz. Ahora lo que necesitaba era un plan para escapar del castigo.

[[CONTINUARÁ ;) ]]

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