viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 17: Música.

Fui junto a mi hermana y Carlos sonriendo un poco, intentando evitar la sombra de tristeza que recorrieron mis ojos ante aquel pensamiento y las lágrimas que amenazaban con salir.

-Sí, esa chica es muy maja, te la presentaré cuando pueda -dijo mi hermana conversando animada con la otra muchacha.

La otra asintió sonriendo mientras Carlos las escuchaba con un vaso de Coca-Cola en la mano.

-¡Ey, hola!-me saludó cuando me acerqué a ellos y me dio dos besos.

Sonreí como una idiota y noté como se me subían los colores.

-Siento haber llegado tarde, me entretuvieron en la piscina- murmuré disculpándome ante los tres.

-No te preocupes, no importa. Ah, ¿conoces a Naya?

La chica me saludó algo tímida con la mano.

-No, no la conozco -respondí algo brusca sin querer.

-¡A comer! -anunciaron nuestras madres en la mesa.

Todos nos sentamos en la gran mesa de madera del salón y disfrutamos de lo que con tanto esmero habían preparado. A decir verdad, todo tenía una pinta increíble y los platos se vaciaron pronto.

Carlos de vez en cuando me lanzaba miradas fugaces que yo atrapaba sin que se diera cuenta, mi estómago estaba ocupado por mariposas que revoloteaban impidiéndome estar quieta.

Entre todos recogimos los cubiertos y una vez satisfechos, nos pusimos a charlar sobre cosas monótonas y sin importancia. Supongo que como en todas estas típicas reuniones.

Cuando me cansé de todo aquello, me levanté de la silla y me fui a mi cuarto a escuchar música, necesitaba relajarme un poco.

~*~

La vi marchar a su habitación. Quizá la había molestado que la mirase durante la comida, pero no podía evitarlo por mucho que lo intentase.

-Yo tengo una mascota, pero se quedó en Andalucía -oí comentar a mi hermana.
-¡Mascotas! Odio los animales -exclamó la hermana de Atenea seguida de un escalofrío-. Además, soy alérgica a ellos, no me puedo ni acercar.

<<Vaya dos >> -pensaba para mí, se iban a llevar bien.

Fui a la cocina a ayudar a fregar la vajilla y de camino al salón escuché música en una habitación cerrada.

Me mordí el labio inferior intentando decidirme entre sí pasar dentro o volver con los demás.

Me temblaba todo, pero aun así entré a la habitación.

-¿Atene... -no pude terminar la palabra porque corriendo cerró la puerta de un portazo.

-¡Espera un segundo, enseguida abro! -gritó ella desde dentro a toda prisa.

Me había golpeado con la puerta en la nariz, por suerte no parecía que me hubiera hecho gran cosa, no sangraba ni nada, solo era el golpe.

Abrió en un par de minutos.

-Lo siento -dijo apuradísima al verme con las manos en la nariz quejándome un poco.-. ¿Te la he roto? Dios, no pretendía...
-No es nada -la interrumpí antes de que acabara la frase-. Debería haber llamado, fue culpa mía.
-Pensé que era mi hermana, lo lamento, de veras -se acercó a mí para mirarme si me había hecho algo.

Todo mi cuerpo reaccionó cuando se acercó a mí, los nervios me recorrían de arriba a abajo y mis piernas parecían gelatina.

<<Mantén la compostura>>-me dije a mí mismo.

~*~

Ahora sí que la había armado buena. No pretendía golpearle con la puerta ni nada de eso, pensé que mi hermana ya había venido a fastidiar, como siempre.

Estaba tan avergonzada... Ahora sí que estaba colorada y muerta de vergüenza mientras le examinaba en busca de algún daño.

-Parece que no te he hecho nada -murmuré aliviada.-. Pasa, te prometo no darte esta vez.- dije con una tímida sonrisa.

Carlos pasó mirando todo con curiosidad, lo tenía todo lleno de posters, libros y algún que otro cable por ahí.

-Siento el desorden, de haber sabido que tenía visita lo hubiera ordenado un poco.
-Es tu habitación, puedes tenerla como quieras -dijo mientras se fijaba con curiosidad en un poster.
-Ese es mi grupo de música favorito, me encantan -sonreí acercándome a él.
-He escuchado algunas de sus canciones y hay una que me llama la atención, la se tocar con la guitarra -se encogió de hombros sentándose con cuidado en la cama.
-¿Sabes tocar la guitarra? -pregunté alucinando.

El se echó a reír y no pude por menos que sonreír un poco.

-A decir verdad, se rasguear un poco con ella, saberme entera solo me sé esa canción.
-A mi me encantaría aprender a tocar la guitarra... 
-Podría enseñarte.

Fue como si me inyectaran energía de pronto.

-¿Enserio podrías enseñarme? Me encantaría aprender esa canción en concreto.- Me puse de rodillas en la cama dando botes.- Enséñame porfa porfa porfa porfa.

Rió a carcajadas cuando me vio actuar así y asintió con la cabeza.

-Podemos subir ahora si quieres y no nos pillan. -Me guiñó un ojo.

Me quedé quieta al instante y asentí con la cabeza. Ese guiño... Me puse muy colorada y me bajé de la cama de un salto.

-¡Vamos! - le cogí de la mano y le puse también en pie, salimos pitando del piso y no tardamos en llegar.

Menos mal que tenía las llaves él, sino hubiéramos tenido que volver a bajar.

~*~

No me podía creer lo que la había propuesto pero lo había hecho. El caso es que ahora estábamos ante la puerta de mi piso, abriendo con mis llaves.

Estaba tan nervioso, aunque ella  no lo notaba. Aunque creo que ella estaba más nerviosa aún por el hecho de enseñarla a tocar la guitarra.

Abrí la puerta y nos colamos rápidamente para que no nos oyeran desde abajo.

Se me ocurrió una idea... Desde dentro, eché el cerrojo a la puerta...

[[CONTINUARÁ ;)]]