viernes, 12 de abril de 2013

"Cuento especial"

Con motivo de la cuarta semana de este blog (es decir, un mes) he decidido dejar un poco la historia de lado esta semana para mostraros este pequeño relato que podríamos clasificar como parte de mi pasado. Aqui os lo dejo, espero que os guste ;)

~*~

Un último suspiro.

Darío miraba el álbum de fotos, extasiado, rememorando viejos tiempos mientras sonreía con añoranza. Aquello le traía tantos recuerdos... Era increible como pasaba el tiempo.

Pasó la página. El olor a salitre y el romper de las olas aún seguía en su cabeza. En la fotografía aparecía un niño de unos cinco años sentado en la arena de la playa con un bañador a rayas de color rojo y un sombrero de paja que doblaba su tamaño.

Y su pelo.. Por aquel entonces su madre se había empeñado en cortarle el pelo así y todo el mundo le llamaba "seta" o "setita". Antes le parecía molesto, ahora le hacía gracia verse a sí mismo.

Miles de recuerdos le asaltaron: las carreras en el patio del recreo cuando jugaba al pilla pilla, la excitación de jugar al escondite, perseguir ardillas por los jardines... Todo eso quedaba muy lejano.

Siguiente página. Su cara aparecía en primer término, llevaba puesta la orla de graduación. Aquella carrera que se sacó de magisterio no fue únicamente cosa de esfuerzo y dedicación, sino también mucho sacrificio. Las cosas en esos días no eran para nada como ahora.

Echó una ojeada por la ventana, llovía a cántaros y de vez en cuando se veía un haz de luz en la lejanía, quizá fuera la última vez que mirase por la ventana.

El sonido del picaporte de la puerta de la habitación le sacó del extraño trance. Dejó el álbum sobre la mesilla junto a la cama.

   -¡Abuelo! -exclamó la pequeña cuando entró en la habitación y corrió a abrazarle con lágrimas en los ojos.
Correspondió a su abrazo como buenamente pudo: sus fuerzas escaseaban y los tubos y cables a los que estaba conectado le impedían moverse con libertad. La niña lloraba a mares.

<<Es tan frágil, tan pequeña... Mi niña, unas vidas acaban, otras comienzan, es ley de vida. ¿Te acordarás de mí? Llegará el día en que todo esto no sea mas que un momento doloroso. Quisiera tenerte así, entre mis brazos cada día, protegerte, pero se que tampoco puedo hacerlo. Se aprende del dolor, madurarás y te convertirás en una gran persona, aunque no siga contigo para verlo>> Pensaba en aquel momento.

Los aparatos a los que estaba conectado comenzaron a emitir sonidos extraños. La apartó con suavidad para contemplarla por última vez.
Estas últimas horas solo había visto aparatos de rayos X, microscopios y otros cacharros que desconocía.

La niña tenía los ojos hinchados y enrojecidos y las lágrimas marcaban surcos en sus mejillas. Su pelo estaba alborotado y mojado y llevaba un vestido azul con unas botas llenas de barro.

Le limpió una lágrima como pudo y esbozó una leve sonrisa.

  - Te quiero...-dijo apenas sin emitir ningún sonido.- Adios...

Expiró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario