viernes, 19 de abril de 2013

Capítulo 5: Oculta de todo.

Llegué a mi casa casi llorando, conteniendo las lágrimas, no por el intento del beso, sino por la impotencia contra ellos.
¿Qué iba a hacer, pegarles? Eso no era digno de mi, ante todo era pacifista, aunque practicara artes marciales lo último era la violencia.

Me topé con alguien con el vestíbulo del bloque y sin querer le pegué un empujón al intentar pasar a toda prisa.

-Lo siento -dije volviéndome hacia la persona con la que había chocado.
-Tranquila, no es nada -me respondió frotándose el hombro.

Le contemplé de arriba a abajo. Grandes y profundos ojos tapados por unas gafas cuadradas de RayBan, vaqueros un poco caídos, deportivas abiertas, camiseta de marca y móvil en mano.

-¿Te conozco de algo? - pregunté curiosa. Tenía los ojos hinchados, me apetecía llorar, pero no ante un desconocido.

-No, creo que aún no -me tendió la mano amistoso-. Soy Carlos.

Me quedé muda, ¿era él? ¿Enserio? Mi boca estaba paralizada, ¿qué se supone que debía decir? ¿Hola,soy Atenea y antes te he estado esperando como cuarto de hora en la entrada? Simplemente le dí la mano y sonreí como pude.

-E-Encantada -logré decir tras un momento de trance.

Me dedicó una media sonrisa.

-¿En qué planta vives? Soy nuevo por aquí y no me aclaro todavía. Es más, había quedado con una chica, pero la mudanza y todo eso... Me ha entretenido demasiado.

<<¿Y ahora, qué? Piensa Atenea, piensa...>>

-Quizá yo conozca a la chica, tengo tratos con todos los vecinos de por aquí.
-Genial, se llama Atenea, ¿la conoces?
-Atenea... Si,claro, esta tarde tuvo que irse a urgencias, un familiar, ya sabes...

Me miró con un poco de pena y tristeza.

-Vaya, pobrecilla, espero que no haya sido nada muy grave.
-No creo que sea nada grave, los médicos sabrán que hacer -me encogí de hombros dándole a entender que seguro que no pasaba nada.

¿Realmente se estaba creyendo todo lo que le estaba contando? Increible, la primera vez que hacía algo de eso y se lo tragaba, nunca pensé que fuera tan buena actriz. Lo malo ahora era deshacer todo este lío, ¿cómo decirle que Atenea era yo? Iba a ser complicado... Lo mantendría en secreto, no sería dificil.

-¿Y tú en que piso vives? Podriamos ir a dar una vuelta algún día -dijo volviendo a sonreir.

Eso me sonó como una bomba atómica, todo lo que acababa de inventar se iría al traste, ahora sí que me iba a pillar...

[[CONTINUARÁ ;)]]

No hay comentarios:

Publicar un comentario